“Si quieres algo que sueñas, atrévete a hacerlo. Si quieres algo extraordinario con lo que sueñas, atrévete a hacerlo con un Mentor. Si quieres aprender una poderosa lección de ti mismo, conviértete en un Mentor.”
Con estas palabras comienza su Charla Tedx Shirley LIU, vicepresidenta global en L'ORÉAL Luxe, donde hace referencia a dos historias en las que participó como mentora y pudo ver cómo su trabajo y guía hacia sus mentees’ o aprendices provocó un cambio enorme tanto en sus negocios como en sus vidas.
Se dice que el 70% de los negocios que cuentan con un Mentor sobreviven el doble de tiempo que los que no. Pero, ¿qué es el mentoring?; ¿qué es un mentor?, te lo explico enseguida.
Partiendo desde lo básico, el mentor se puede definir como aquella persona que, con mayor experiencia o conocimiento, ayuda a una persona de menos experiencia o conocimiento. El mentoring, en consecuencia es el proceso en que una o más personas con cierto conocimiento o experiencia en algún área ayuda a otra, ya sea en términos profesionales, personales o de negocios. Éste último ámbito es el que ahora nos interesa.
En concreto, cuando se habla de un mentor, se refiere a una persona que tiene una mirada estratégica de los negocios, en base a su experiencia y estudios. Se trata de una persona que junto con el emprendedor o empresario trazan un camino para lograr que el negocio alcance su mayor potencial posible en distintas áreas: sacando la mejor versión del emprendedor o empresario; tendiendo puentes y generando redes de contacto; ayudando y orientando a tomar decisiones estratégicas en beneficio del negocio.
Dentro de los beneficios directos que tiene el mentoring para una empresa están: mejora la productividad; ayuda a gestionar de mejor forma el conocimiento y habilidades de todos los intervinientes del proceso productivo, mejorando de forma significativa el capital humano; se desarrolla y se retiene el talento de los trabajadores; entre otros beneficios.
Luego de esbozar brevemente qué es ser mentor, es momento de referirnos acerca de que NO es un mentor. Aquí, claramente nos encontramos con el opuesto de lo mencionado más arriba, es decir, se trataría de alguien que no es cercano, y que no empatiza con el negocio en el que trabaja. Es una persona que no escucha, que decide en nombre del empresa y que por sobre todo no es capaz de generar valor en la empresa o emprendimiento con la que está trabajando.
Para terminar, te dejo con la siguiente reflexión: emprender, llevar o hacer crecer un negocio nunca ha sido tarea fácil, especialmente en días como estos en donde la mayor certeza es la incerteza. Es sabido por todos que de un tiempo a esta parte el mundo ha cambiado enormemente y los negocios o la forma de hacerlos no es la excepción. Hemos visto enormes manifestaciones en todo el mundo por el cambio climático y la responsabilidad que tienen las empresas, o las desigualdades económicas entre otras miles de razones. Es por esto que considero profundamente que ante estos cambios los negocios tienen que evolucionar conforme a ello. En esa transformación, la mejor opción puede ser contar con un mentor que pueda ver, guiar y sobre todo apoyar tu negocio en estos tiempos de crisis; para no hundir el barco en medio de la tormenta.
Si iniciaste un negocio en cualquier etapa: hace tiempo, uno que está recién comenzando, o incluso si es que tienes una idea que se pueda rentabilizar como un futuro emprendimiento, el mentoring es siempre una muy buena opción para sacar el mayor partido a tu negocio.
Gonzalo Pastene Rojo
Abogado
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